07 Dec 2020/ Miscelanea

Casa propia: un sueño cada vez más alejado del bolsillo

Por UAM Cuajimalpa a las 05:12 pm


Por Patricia Tapia

La posibilidad de adquirir casa propia está cada vez más lejana. Los datos son contundentes: el ingreso promedio de un hogar es de 13 mil 978 pesos al mes, con lo que sólo un tercio de las viviendas disponibles en el mercado están al alcance.

Si a eso le sumamos que el porcentaje de vivienda asequible es cada vez menor, la cosa se complica aún más. Antes de 2018 lo era un 50 por ciento del mercado. Pero a partir de ese año se redujo a 42.5 por ciento y en 2019 cayó a 36.8 por ciento.

Esto de acuerdo con el documento que publicó recientemente la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), en conjunto con el Centro Intercultural de Documentación (Cidoc): Estado Actual de la Vivienda en México (EAVM) 2019.

Cuántas veces no hemos oído hablar o hasta experimentado en carne propia lo difícil que es comprar una casa en estos días. O el típico comentario de: mis papás antes de los 30 años ya tenían un patrimonio, lo cual parece inalcanzable actualmente.

En el mercado hipotecario, la oferta de vivienda asequible se ha ido reduciendo. Esto se relaciona con un aumento considerable en el precio promedio del inmueble. En 2012 se situaba en 582 mil 741 pesos. Para 2019 llegó al millón 93 mil 644 pesos, es decir, el precio se disparó 87.6 por ciento.

Además de que el poder adquisitivo no alcanza, otro aspecto que complica la compra de una casa es que el monto máximo del préstamo hipotecario al que un hogar puede acceder, según su ingreso, disminuyó el año pasado 2.5 por ciento en comparación con 2018, lo cual se explica por el aumento de las tasas hipotecarias.

Según el estudio, en México se estima que el sector socioeconómico más pobre de los hogares destina 61 por ciento de su ingreso a la vivienda y sus servicios, los más afortunados, es decir, que tienen mayor poder adquisitivo, es de menos de 30 por ciento.

“El reto de la asequibilidad de la vivienda en México está marcado por la desigualdad, y para abordarlo se requiere atender su costo y el acceso a financiamiento. El primero tiene que ver con precios de mercado y el nivel de ingresos de la población”, señala.

Es así como una familia tendría que dedicar alrededor de cuatro veces su ingreso anual total para adquirir una vivienda. Destaca que este problema impacta más a las mujeres, quienes perciben un ingreso 38 por ciento menor al de un hombre.

Los jóvenes son otro sector a los que se les dificulta adquirir una vivienda. De acuerdo con una encuesta del banco HSBC, 68 por ciento de los Millennials que no han adquirido una vivienda es porque necesitan un salario más alto, y 66 por ciento, porque tienen que ahorrar lo suficiente para el enganche.

 “La problemática principal es que los instrumentos financieros para vivienda están enfocados principalmente a la adquisición de vivienda y en particular para la población derechohabiente. Esto excluye a las personas que laboran en el sector formal con ingresos limitados, a las que laboran en el sector informal, a quienes acceden a la vivienda a través de arrendamiento y a quienes construyen su vivienda en un lote familiar”.

Aunque los programas de subsidio del gobierno han sido una respuesta a la falta de asequibilidad de la vivienda, se reconoce que no se ha logrado garantizar el derecho a la vivienda adecuada, ya que están sujetos a un crédito hipotecario, en particular con Infonavit.

Asimismo, con los cambios demográficos y económicos en el país se generan nuevos retos en los sectores urbanos y de vivienda, pues la demanda de casas nuevas se redujo en 2019 un 25 por ciento comparado con 2018; ya que la población opta por comprar vivienda usada.

Los estados del país que tienen vivienda de mayor grado de asequibilidad son: Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas.

En Tamaulipas se registró más vivienda al alcance del salario promedio de los mexicanos, con 62.5 por ciento del total.

Mientras que Baja California Sur, Campeche, Chiapas, CDMX, Guerrero, Hidalgo, México, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luís Potosí, Tabasco, Veracruz y Yucatán tuvieron un menor porcentaje de viviendas asequibles.

La entidad menos accesible en términos de precio de la vivienda es la Ciudad de México con tan sólo 0.3 por ciento del total de viviendas disponibles.

La transformación en los segmentos de vivienda también se observa, toda vez que en 2012 un 70 por ciento de la que había en Registro Único de Vivienda, era económica y popular y 30 por ciento tradicional o vivienda de mayor valor. Para el cierre de 2019, el porcentaje de vivienda económica y popular es de 48 por ciento y el restante 52 por ciento tradicional, media, residencial y residencial plus.

 

Con información de Emeequis

https://www.m-x.com.mx/al-dia/casa-propia-un-sueno-cada-vez-mas-alejado-del-bolsillo

Imagen tomada de Emeequis

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