03 Dec 2019/ Miscelanea

El grito de las mujeres paraguayas: Fiesta Sorora

Por UAM Cuajimalpa a las 12:12 pm


Paula Rodríguez es bajista, contrabajista y compositora paraguaya con disco propio y una década como profesional. Aun así, un hombre la invitó a trabajar en su banda para ser “la que aporta belleza”. En un viaje en carretera, un integrante de otro conjunto no paró de acosarle, primero en privado y después en público. “Tocas bien para ser mujer”, le exclaman a menudo otros músicos tras los conciertos de Evas, su banda.

Rocío Robledo es cantautora e integrante del grupo Las Conchas sin Mar en un país a más de mil kilómetros de la costa más cercana. Autora y solista en su proyecto Mujer de nadie recorre ansiosa la productora musical de la banda amiga Purahei Soul en Asunción, mientras termina de grabar en su teléfono dos versos en guaraní que se le acaban de ocurrir para un estribillo.

Esta cantante y militante feminista paraguaya decidió escarar personalmente en redes sociales a uno de los principales festivales musicales, patrocinado por una de las cervezas más importantes del país. Su cartel para 2018 contaba con 11 bandas, todas ellas compuestas y lideradas por hombres. Solo una mujer formaba parte como corista de una de las agrupaciones.

Rocío Robledo posteo en Facebook, etiquetando a los organizadores, y propuso garantizar espacios en los festivales para proyectos hechos por mujeres. Pero la reacción de la comunidad musical paraguaya no fue la que esperaba, cuenta Robledo. Así vio y vivió la resistencia que existía “incluso por los propios colegas a los que creía aliados” y, por eso, decidió, junto a sus compañeras, hacer una Fiesta Sorora.

En Paraguay no hay aún datos oficiales de cuántos grupos de mujeres participan de los grandes eventos musicales públicos y privados, pero en Argentina, las integrantes de la campaña Más Músicas en Vivo hicieron un estudio sobre 46 festivales de su país y el porcentaje promedio fue de apenas un 10 por ciento.

La definición más usada de sororidad es “la relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento”. De ahí el nombre de este festival. En su segunda edición, celebrada el 30 de noviembre, a los mandos del sonido, de la producción y de cada detalle de la fiesta hubo mujeres.

Un público joven y diverso disfrutó de más de seis horas de espectáculo gratuito en el centro de la ciudad. Cantautoras, compositoras e instrumentistas que sonaron a pop, folclore latinoamericano, rock y swing presentaron siete proyectos integrados y liderados por músicas ante el público del Centro Cultural de España en Asunción: Las Conchas sin Mar, Evas, Purahei Soul, Lucero Sarambí, Sari Cañiza, La Múcura y Stefy Ramírez.

“Es una oportunidad para las mujeres que están en todos los espacios de la industria creativa para demostrar que pueden estar al cargo y tomar decisiones”, detalla Robledo. “El nivel de machismo es muy fuerte, pero siento que de un tiempo a esta parte la gente que decide en la industria ha empezado a contar, al menos, con un proyecto liderado por mujeres en sus carteles. Estos debates están muy presentes en la región, pero no lo estaban tanto en Paraguay”, añade Robledo.

La Fiesta Sorora paraguaya crecerá el año que viene y contará con más invitadas internacionales gracias un pequeño fondo concedido por el programa Ibermusica. Además, pedirán donaciones a través de Internet y patrocinios a empresas que estén de acuerdo con sus ideales y respeten la autonomía del festival.

“A los paraguayos les encantan los extranjeros y más si vuelven”, celebra Bonnie Devine, una de las integrantes de La Múcura, un grupo invitado este año. Es la cuarta vez que viajan para tocar e intercambiar proyectos con otras artistas. “Antes de venir, el imaginario que teníamos de Paraguay era nulo. No teníamos ningún tipo de idea ni de la música, ni de la cultura, ni de la gente tan amable, ni del guaraní. Solo que la capital se llamaba Asunción y que muchos viajeros se saltaban el país por ignorantes”, agregó.

Paraguay suena a guaraní, al mortero picando los yuyos medicinales para el mate frío, es decir, el tereré. También a cumbia, a guarania, a polca, a pop indie y a blues o jazz gringo. Ahora esa mezcla también sonará a más igualdad.

 

Con información de El País

https://elpais.com/cultura/2019/12/02/actualidad/1575306734_245346.html

Imagen tomada de El País

https://elpais.com/cultura/2019/12/02/actualidad/1575306734_245346.html


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