07 Jun 2019/ Miscelanea

El 'queerbating' está por todas partes: ¿nadie lo va a parar?

Por UAM Cuajimalpa a las 05:06 pm


Marie Gulin-Merle, directora de marketing de Calvin Klein, explicó que crearon una nueva serie de iniciativas bajo el nombre de InCKubator, de la que surgirán varias campañas anuales dirigidas a un target diferente con el fin reconquistar a una clientela espantada ante la subida de los precios.

El video de Bella Hadid y la prescriptora digital Lil Miquela ha hecho honor a la fama provocadora de la firma. A medida que se acerca la cámara a la supermodelo, se oye su voz en off: “La vida consiste en abrir puertas, en crear nuevos sueños que nunca imaginaste que existían”, y mientras dice estas palabras, aparece Lil Miquela y se besan. Las reacciones no tardaron en surgir, se acusó a la firma de queerbaiting, término que surge de queer, adjetivo que define a una multiplicidad de identidades de género y sexuales, y bait, cebo. Habitual en el mundo de la ficción televisiva y cinematográfica, esta práctica consiste en insinuar una relación romántica entre dos personas del mismo sexo que en realidad no se va a consumar en ningún momento, ya que su único objetivo es crear una tensión sexual falsa a fin de atraer al público LGTBQ+.

El queerbating está por todas partes

La presencia del queerbaiting en la cultura popular no es nada nueva. Nos podríamos remontar al beso de Britney Spears y Madonna sobre el escenario de los VMA en 2003 o al I Kissed a Girl de Katy Perry.

Si hay algo que molesta a la comunidad LGTBQ+ es el oportunismo y el tono bromista con el que a veces estas artistas se toman una relación supuestamente lésbica, como en el caso de Perry. En abril de este año, Ariana Grande lanzó Monopoly junto a su amiga Victoria Monét. En la letra, Ariana insinúa que es bisexual (“Me gustan las mujeres y los hombres”). Monét lo es abiertamente, pero Ariana nunca se ha significado de otra manera que no sea heterosexual. Las críticas a la cantante por tratar la bisexualidad como una broma no se hicieron esperar, pero Grande dijo no sentir la necesidad de etiquetarse sexualmente, lo cual no le ayudó mucho.

Las críticas coinciden en que lo particularmente dañino es que los artistas no buscan iluminar los problemas que enfrentan las personas queer, sino que lo utilizan en su propio beneficio, especialmente cuando entre sus fans hay mucha gente joven y queer. El público LGBTQ+ quiere estar representado, pero, de momento, nadie se arriesga a llevar estas supuestas relaciones a término por miedo a perder audiencia entre el público más convencional.

Según una encuesta realizada por la asociación LGTBQ+ GLAAD y publicada en 2017, los milennials son “la generación más queer y menos binaria de Estados Unidos”. Un 20% de los encuestados entre 18 y 34 años se identificaron como “queer” y les importan cuestiones como el feminismo, los derechos de los homosexuales y el fin de la heteronormatividad. La encuesta también revela que el 12% de los milennials se identifican como transgénero o no conformes con el género asignado al nacer. Con estos datos, no es de extrañar que la industrial cultural quiera atraer a este nicho, pero de momento la audiencias no permiten ir más allá del guiño. Tendremos queerbaiting para rato.

Con información de El País

https://smoda.elpais.com/moda/el-queerbating-esta-por-todas-partes-nadie-lo-va-a-parar/

Con imagen de El País

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