El último gran 'tlamatini' falleció la noche de este martes
Por UAM Cuajimalpa a las 05:10 pm
El defensor de las culturas originarias e investigador dedicado Miguel León-Portilla falleció la noche de este martes a los 93 años de edad. El deceso del Historiador y experto filosofía náhuatl ocurrió a las 20:45 horas de este 1 de octubre en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde permaneció internado en sus últimos meses debido a problemas respiratorios.
La Secretaría de Cultura federal informó a diversos medios que se le rendirá homenaje a León-Portilla en el Palacio de Bellas Artes el jueves 3 a las 10 horas, ‘‘su casa, que se abrirá para homenajearlo, para recibirlo y para despedirlo”. Por su parte El Colegio Nacional, del que era integrante, anunció que el próximo 7 de octubre se efectuará un homenaje al investigador a las 19 horas.
El último gran tlamatini –hombre sabio, en náhuatl–, como algunos acostumbraban denominarlo en señal de respeto, recibió el pasado 12 de septiembre la Presea Nezahualcóyotl, otorgada por la Secretaría de Educación Pública, como reconocimiento a sus aportaciones al quehacer historiográfico y la cultura de los pueblos originarios de nuestro país.
Desde su cuenta de Twitter, la máxima casa de estudios del país informó: "La Universidad Nacional Autónoma de México informa del muy lamentable deceso, a los 93 años, del Dr. Miguel León-Portilla, ilustre universitario, humanista, maestro de maestros, investigador emérito y doctor honoris causa de esta casa de estudios".
La muerte era un tema que nada le preocupaba en los momentos finales de su existencia, como lo recalcó durante el homenaje que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su alma mater, le rindió en 2016 con motivo del cumpleaños 90 del autor de ‘Visión de los vencidos’ (1959).
‘‘Hace años sí sentía temor por ello, pero hoy día no tengo ninguno. A lo mejor vivo 92, a lo mejor 100 años. El cómo y cuándo moriré no lo sabemos. He trabajado y he ayudado; creo que no he sido muy cabrón. Mi destino, si hay un Dios, no será malo”, afirmó en aquella ocasión.
Miguel León-Portilla nació el 22 de febrero de 1926 en la ciudad de México. Su vida estuvo marcada por un afán incesante de conocimiento. Testimonio de ello es que leía, hablaba y escribía el español, el inglés, el francés y el náhuatl; leía y hablaba el alemán, el italiano y el portugués, y leía latín y griego. Otra de sus directrices vitales fue el interés por el rescate y la divulgación del tlalolli o la antigua palabra de los pueblos nahuas.
Si algo lo caracterizó fue la defensa permanente de las humanidades, de las cuales consideraba que permiten a la persona sobreponerse a su natural fragilidad, edificar imponentes obras, lograr importantes descubrimientos e inventos, crear belleza y tener la capacidad de disfrutarla; incluso, alcanzar las estrellas.
‘‘Si alguien dice para qué sirven las humanidades, yo digo para qué sirve oír a Mozart, hacer palacios, leer una gran novela, ir al teatro; para qué sirve todo lo que es creación humana, toda esa maravilla”, reflexionaba.
Entre 1955 y 1963 fue subdirector y director del Instituto Nacional Indigenista Interamericano. Desde 1963 y más de una década fue director del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM y entre 1974 y 1975 fue nombrado cronista de la Ciudad de México. En 1995 ingresó a la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en el área especial de antropología e historia.
Cabe señalar que el Historiador Miguel León Portilla fue distinguido por diferentes instituciones con el Doctorado Honoris Causa, entre ellas: la Universidad de Colima (1994), la UNAM (1998), Pontificia Universidad Católica del Perú (2003) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); de la cual fue creador del lema “Casa abierta al tiempo” –In Calli Ixcahuicopa, lengua náhuatl–.
Con información de La Jornada
Imagen tomada de La Jornada