12 Mar 2020/ Miscelanea

Entrevista a Vivian Gornick: "Estar sola es una postura política"

Por UAM Cuajimalpa a las 04:03 pm


Por Andrea Aguilar

(Extracto)

Como comprometida reportera del legendario semanario The Village Voice, Vivian Gornick (New York, 1935) cubrió en los setenta el mismo movimiento de liberación feminista en el que acabó militando, la llamada Segunda Ola. Dice que aquello le dio la clave para ver y entender el mundo de otra manera, desde un prisma rabiosamente feminista, político y personal. Todo ello lo ha plasmado en su escritura de ensayos memorialísticos, un género —en el que confluyen el análisis del mundo y la subjetividad del punto de vista—por el que ella apostó cuando aún era algo difuso y poco explorado.

Ha reflexionado sobre la renuncia al amor romántico. Ese sentimiento aparece como la antítesis de la búsqueda del camino propio. ¿Esto aún es así?

Sigue siendo así para millones de mujeres, pero también hay muchísimas que hoy lo tienen claro, que saben que el trabajo debe ser central; es decir, saben lo que ya sabían los hombres. Cuando yo crecía no había una sola mujer que no dijera que lo más importante en la vida era el matrimonio y los hijos. Había brillantes excepciones en los negocios, la política o las artes, pero, salvo ellas, nadie contradecía ese principio.

Hoy parece que hay que triunfar en varios frentes, en el familiar y en el profesional.

Esa presión por tener éxito siempre ha existido. Es terrible, pero nadie en ninguna sociedad es ajeno a la idea del triunfo.

Describe cómo presenció “la muerte del apego sentimental” entre los sexos en una cena, cuando esta misma amiga le dio un corte brutal a un hombre. ¿Qué fue aquello?

Es algo que pasó en los primeros años del despertar feminista como ocurre ahora con el MeToo, porque estoy segura de que las mujeres les están diciendo cosas tremendas a los hombres. Antes de los años ochenta, las mujeres no se atrevían y excusaban el peor comportamiento masculino diciendo que los egos de ellos eran tan frágiles que había que protegerlos. Eso era el apego sentimental. Mi amiga esa noche decidió que no iba a tener eso en cuenta nunca más, estaba dispuesta, si hacía falta, a hacer saltar de una patada la mesa donde cenábamos.

Sostiene que fue una actitud política lo que la empujó a combatir el miedo a la soledad. ¿Cómo encaja la política en la decisión de estar sola?

Con el feminismo, una de las primeras cosas que entendimos es que la gente resiste en matrimonios infelices porque tiene miedo de quedarse sola. Lo que planteamos era que, si te quedabas en un matrimonio infeliz, te estabas rebajando. Así que el respeto a una misma era clave para afrontar la infelicidad de estar sola. Eso es una postura política.

¿La infelicidad no es parte de la vida estés sola o en pareja?

Algo tiene que pesar más. Tomas decisiones cada minuto del día y todo tiene un precio, así que hay que pensar con qué puedes vivir y con qué no. Eso es todo. No es que quieras estar sola, es que no quieres estar en una relación en la que te sientes disminuida o exiliada. Me casé con prisas dos veces. Me decían que aguantara, pero yo no podía porque era puro impulso.

Escribe sobre una amiga con la que luego pasaba horas charlando sobre el matrimonio de ella.

Al final se quedó con su marido.

Ha explicado que estar sola le ha permitido pensar y hacer, y que el amor interrumpía eso.

Cuando estás solo tú ocupas todo el espacio sin interrupción. Estar solo es bueno, pero sentirte solo no tanto.

 

Con información de El País

https://elpais.com/elpais/2020/02/21/eps/1582296588_939355.html

Imagen tomada de El País

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