17 May 2021/ Miscelanea

La importancia de la empatía de especialistas en la primera visita ginecológica de las adolescentes

Por UAM Cuajimalpa a las 09:05 pm


Que las revisen, reten o hagan sentir expuestas y juzgadas, son los principales temores que tienen las adolescentes según nos contaron lectoras y miembros co-responsables. 

No hay un momento, ni una edad precisa que indiquen que una niña o adolescente debe ir por primera vez a la ginecóloga o ginecólogo. Pueden ser bebés, niñas, adolescentes o mujeres adultas. Sin embargo, de cómo cada una viva esa primera experiencia dependerá en gran parte que siga consultando de manera preventiva por su salud o tenga tanto temor a que pasen años antes de volver a una consulta ginecológica.

Por eso, nos pareció importante visibilizar estas experiencias e indagar en los derechos que tienen niñas y adolescentes durante esta visita.

Fernanda tiene 24 años, vive en la ciudad de Buenos Aires, y recuerda que la primera vez que fue a una ginecóloga tenía 7 u 8 años. La llevó su papá por un estudio que tenían que hacerle. “Me sentí horrible, la doctora tuvo cero tacto y sentí miedo de ir a otra consulta por mucho tiempo”, nos adelanta por Instagram Fernanda, cuando invitamos en esa red social a que nuestras lectoras y miembros co-responsables nos contaran sus experiencias.

“Tanto fue así que mi mamá y mi papá buscaron otras profesionales para que me atendieran. Por ocho años acepté ir, pero que no me tocaran. A los 16 recién empecé a relajarme y a entrar sola porque prefería hablar de mis relaciones sexuales sin que mis padres se enteraran detalles”, explica Fernanda.

También en Instagram, Irina nos relató una vivencia diferente: “Me sentí súper acompañada, cómoda, contenida, me despejó muchas dudas. Hoy, si bien me atiendo con otra ginecóloga, ella sigue siendo mi médica de consulta”. Irina es chaqueña, tiene 23 años y su mamá la llevó a la ginecóloga a los 11, cuando menstruó por primera vez.

Recuerda que fue para conversar y que la ayudara a entender ese cambio natural, pero crítico a la vez. Y las preguntas que aparecieron fueron: “¿Qué pasa si me mancho en la escuela? ¿Qué hago cuando me duele mucho? ¿Puedo tomar algo por el dolor? A veces uno solo necesita que le digan que lo que siente es normal”, concluye Irina.

Si bien las ginecólogas consultadas reconocen que niñas y adolescentes están cada vez más informadas, en su gran mayoría llegan a la consulta con mucho miedo a ser revisadas, a ser juzgadas, a que las reten. Y, a veces, ese miedo se hace realidad.

Enterados de la nota que estábamos produciendo, desde la Fundación Kaleidos y más precisamente en el Programa Jakairá decidieron dedicar su último encuentro semanal virtual a conversar sobre esta primera visita ginecológica.

Jakairá es un programa de atención gratuita que desarrolla e implementar estrategias integrales de trabajo con adolescentes en general y específicamente con adolescentes que son madres/padres y sus hijos/as.

En ese sentido, seis chicas de entre 17 y 21 años, que viven en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense y que fueron madres adolescentes, compartieron sus experiencias. Para ellas, la primera o segunda consulta ya fue por el embarazo que estaban transitando.

Con distintas realidades familiares, estas jóvenes “están en situación de vulnerabilidad en cuanto a la vivienda, algunas son víctimas de violencia de género y muy pocas trabajan o emprenden”, explica Gabriela Elizondo, trabajadora social y coordinadora de Jakairá.

Para muchas jóvenes, poder ir con una amiga las tranquiliza. Más aún si pueden estar con ellas en la consulta. Otras valoran ir con su madre siempre que tengan un tiempo donde pueden conversar con la ginecóloga en privado.

¿Un consejo para las adolescentes? “Vayan bañadas y con ropa interior limpia”, repiten las madres jóvenes. Para ellas, “la consulta está muy limitada al cuerpo”, explica Gabriela.

Vilma Rosciszewski es ginecóloga especializada en adolescentes y atiende a pacientes de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires en los ámbitos público y privado. Además de dar información y recomendaciones desde su cuenta de Instagram @ginecoyvos.

“En general, a la primera consulta, llegan después de tener relaciones sexuales, que en Argentina es a las 14 o 15 años aproximadamente. Porque las madres creen que hay que ir en ese momento. Lo ideal es que vengan antes, que una pueda construir una relación de confianza, dar información preventiva y de cuidado de la salud”, dice Vilma.

Ese primer encuentro, detalla Vilma, “es una charla de confianza, amorosa”. Donde se le hace una historia clínica, se repasa el calendario de vacunas, se le pregunta por antecedentes familiares de enfermedades —para este tipo de datos es importante poder hablar con la madre—, explicamos cuestiones relacionadas con la higiene vulvar y el ciclo menstrual —que es bastante común que en los primeros tres años sea irregular y provoque mucho dolor—.

Es importante, destacan las ginecólogas, que las chicas sepan que a menos que exista un dolor o un malestar que lo amerite no se les pide que se desnuden. “En la primera consulta tratamos de no ser invasivas. A veces les pedís que se acuesten vestidas sobre la camilla y le vas pidiendo autorización para cualquier revisación. Cuando las primeras consultas son así, vienen toda la vida relajada”, afirma la directora de FUSA.

Las ginecólogas concuerdan en que cuando las adolescentes tienen acceso a una buena Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas, llegan más informadas y tranquilas. De hecho, para Vilma, entre los temas que se incorporaron a las consultas en los últimos años están: “La copa menstrual, la higiene menstrual pensada desde el impacto ambiental, que las mujeres también llevan preservativos y la lectura de contenidos de ESI”.

Hoy, pacientes y profesionales coinciden en que un médico o una médica no pueden dar por sentado que se puede hacer cualquier cosa con la paciente. Pedir el consentimiento para cada intervención empodera a las niñas y adolescentes. Ellas tienen el derecho a que se les explique antes de hacerles algo, de tal manera que comprendan qué les van a hacer exactamente.

 

Con información de Lado B

https://www.ladobe.com.mx/2021/05/la-importancia-de-la-empatia-de-especialistas-en-la-primera-visita-ginecologica-de-las-adolescentes/

Imagen tomada de Lado B

https://www.ladobe.com.mx/2021/05/la-importancia-de-la-empatia-de-especialistas-en-la-primera-visita-ginecologica-de-las-adolescentes/


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