29 Aug 2019/ Miscelanea

La presidenta del jurado de Venecia: "No iré a la proyección de gala de Polanski"

Por UAM Cuajimalpa a las 02:08 pm


Hubo tiempo solo para una pregunta inocua. Y, entonces, alguien apuntó hacia el gigantesco elefante que dominaba la sala de prensa del Festival de Venecia: “Mi cuestión es para Lucrecia Martel, la presidenta del jurado. ¿Va a poder juzgar el filme de Roman Polanski en el concurso sin que sus comportamientos afecten a su valoración?”. Quien esperara una respuesta diplomática no conoce a la cineasta argentina. Dijo: “Yo no separo al hombre de la obra. La presencia de Polanski [en el programa del festival] me resultó muy incómoda. Hice una pequeña investigación, con Internet, y consultando a escritoras que han tratado estos temas. Y vi que la víctima dio este caso por cerrado, no negando los hechos sino considerando que el señor Polanski había cumplido con lo que la familia y ella habían pedido. No puedo ponerme por encima de las cuestiones judiciales. Pero sí puedo solidarizarme con la víctima. No voy a asistir a la proyección de gala del señor Polanski porque yo represento a muchas mujeres que en Argentina luchan por cuestiones como esta, y no querría levantarme para aplaudirle. Pero me parece acertado que su película esté en el festival, que haya diálogo y se debatan estos asuntos”. En el silencio que siguió, cada uno repasó el peso de aquellas palabras. Y de los hechos a los que se aludía. 

Samantha Geimer acusó en 1977 a Roman Polanski de violarla, cuando ella tenía 13 años y él 43. El cineasta lo negó, pero luego cambió su versión y se declaró culpable de “corrupción de menores”. Aunque, cuando descubrió que pasaría 50 años en la cárcel, huyó de Estados Unidos. En marzo de 2003, Geimer perdonó públicamente al director, sin embargo, confirmó los hechos tal y como los había denunciado en su momento. Tanto que juez y fiscal del caso siguen queriendo que el director aparezca ante un tribunal, razón por la que Polanski no ha vuelto a pisar Estados Unidos ni tampoco aquellos países que puedan extraditarle. Por eso, se prevé que tampoco estará en el Lido presentando su última obra, El oficial y el espía.

Una vez abierta la caja de Pandora, el debate monopolizó la tradicional rueda de prensa de apertura de La Mostra. Le preguntaron a Martel por las otras mujeres que han denunciado públicamente los presuntos abusos de Polanski. Ella volvió a tirar de honestidad: “Acepté esta presidencia del jurado no por estar en Venecia con ustedes, ya que estaría mejor en mi casa, sino porque es un lugar político y este debate es muy importante en este festival. También por la obra de Polanski, que creo que merece una oportunidad, por las reflexiones sobre la humanidad que incluyen sus películas. Es muy difícil para mí interiorizar cuán lejos han ido los otros casos, vivo a diario en Argentina situaciones donde es muy complicado discernir hasta dónde ir contra gente que cometió algo así y fue juzgada, o cuya víctima se siente resarcida. ¿Qué vamos a hacer nosotros?”. Ya por la tarde, el festival remitió a los medios una aclaración de la cineasta: "Miraré el filme como todos los demás del concurso, no tengo ningún prejuicio hacia él. Si no, dimitiría como presidenta del jurado". 

Al lado de Martel, el director del festival, Alberto Barbera, justificó la inclusión de Polanski como ya se vio obligado a hacer ante las polémicas previas al arranque de La Mostra. Dijo que él sí separa el hombre de su obra, que no le corresponde ejercer de juez y que las películas hay que valorarlas enseguida, cuando salen, y no “300 años después”, una vez que se haya aclarado la verdad historiográfica. A partir de ahí presidenta del jurado y responsable del certamen avivaron un inédito debate tan tenso como enriquecedor, ya que defendían posturas casi opuestas.

 

Con información de El País

https://elpais.com/cultura/2019/08/28/actualidad/1566992342_141514.html

Imagen tomada de El País

https://elpais.com/cultura/2019/08/28/actualidad/1566992342_141514.html


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