28 Oct 2019/ Miscelanea

Protestas en América Latina: "Vamos a seguir con manifestaciones hasta que los pueblos crean que se gobierna para ellos y no para un puñado"

Por UAM Cuajimalpa a las 01:10 pm


La lista de países en América Latina sacudidos por protestas violentas y crisis políticas ha crecido de forma sorpresiva, sin importar el signo político del gobierno en turno.

Solo en las últimas semanas hubo enfrentamientos en las calles de Bolivia por acusaciones de fraude electoral, en Chile por la desigualdad, en Ecuador por la eliminación de los subsidios a los combustibles y en Haití por la escasez de gasolina y alimentos.

El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, ha enfrentado manifestaciones que exigen su renuncia ante el juicio por narcotráfico a su hermano en Estados Unidos, mientras el mandatario peruano, Martín Vizcarra, disolvió el Congreso en el marco de una larga crisis política por casos de corrupción.

Marta Lagos, analista política y directora de la encuesta regional Latinobarómetro, cree que este panorama contrasta con el avance de la democracia en América Latina durante la década pasada, antes del estallido de graves crisis políticas en Venezuela y Nicaragua.

Desde Chile, Lagos augura que las manifestaciones en la región van a continuar mientras persista el creciente descontento social con las élites en el poder y la falta de respuesta a demandas de la ciudadanía.

Lagos considera que el surgimiento de tantas protestas callejeras o crisis políticas en distintos países de América Latina no es una casualidad. Es el resultado de un fenómeno social que se produce de manera simultánea en varios países y obedece a que en esta década, después de la crisis subprime (crisis financiera de 2008) y de un sostenido crecimiento económico, a los gobiernos se les olvidó que lo más importante era desmantelar las desigualdades.

Se creyó que bastaba con disminuir la pobreza. Y a partir del 2010, cuando empiezan las dificultades económicas, no se mejora la situación de manera sostenida como antes.

Los pueblos empiezan a exigir. La exigencia es de garantías sociales. Eso es lo que los pueblos de América Latina están demandando hoy. Y lo hacen en sociedades mucho más abiertas, educadas, con aumentos de la clase media, más información, más capacidad de organizarse.

Las demandas de garantías sociales esconden una demanda de más democracia. Hay una gran demanda hacia las élites de que la democracia funcione mejor, que no funcionan los partidos políticos, hay crisis de representación, poca fe en las instituciones y alto nivel de corrupción.

De acuerdo con la especialista ningún país de América Latina —tomando a Uruguay como excepción— ha logrado garantizar los derechos sociales: el derecho a la educación, salud, salario digno, seguro de cesantía, etc.

Hay un dato que lo resume todo y se refiere a la pregunta de quién gobierna y para quién se gobierna. El 70% de la región dice que se gobierna para una minoría. Uno podría resumir la demanda de la región en aquella que dice: "Por favor, gobiernen para las mayorías".

Y existe la sensación de que hay Estados cooptados, como es el caso de países de Centroamérica, o Estados penetrados por la corrupción, como es el caso de Perú, Brasil o Argentina. También hay Estados donde la corrupción aparece por primera vez, como Chile.

Eso destruye de alguna manera la expectativa de la gente de que la democracia funcione. Y hay una demanda de funcionamiento de la democracia más que una demanda de que vuelvan los militares.

Es un gravísimo error mirar a América Latina con los ojos del pasado. Lo que nos está pasando no tiene nada que ver con el pasado. De hecho, las encuestas de Latinobarómetro hasta ahora no han mostrado un aumento significativo del apoyo a los regímenes autoritarios en lugar de los democráticos.

Los pueblos saben que no existen las soluciones mágicas. Lo que quieren son sistemas que defiendan a la mayoría. Y eso es democracia, en buenas palabras.

Muchos de estos países donde surge el descontento tienen poblaciones relativamente medianas o pequeñas. Entonces, ¿por qué parece tan difícil para los gobernantes medir el malestar social y evitar estas crisis?

El caso de Chile es especialmente patético, porque existe mucha información que mostraba de manera alarmante los datos negativos. En el caso de Lenín Moreno (presidente de Ecuador), demoró 12 días en darse cuenta que tenía que ceder. Sebastián Piñera demoró siete días en darse cuenta que tenía que ceder. (El presidente francés en 2016, François) Hollande, cuando le vino la huelga de los taxis, se demoró tres horas en darse cuenta que tenía que ceder.

En general podría decirse que los gobernantes de América Latina están mal evaluados porque no han logrado entregar los temas centrales que son expectativas grandes de una década. Estas no son expectativas de un gobierno. Aquí no fracasan los gobiernos; están fracasando los Estados.

 

Con información de BBC

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50137163

Imagen tomada de BBC

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50137163


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