26 Oct 2020/ Miscelanea

Siempre llevo la gran figura de mi padre en la mente, expresa Sofia Coppola

Por UAM Cuajimalpa a las 02:10 pm


Si alguna vez hay un director que suena –literalmente– como sus películas, entonces se trata de Sofia Coppola, quien tiene una voz suave y meliflua que inmediatamente recuerda a la gente su trabajo.

La película Lost in Translation o su debut en 1999 The Virgin Suicides hallan en el espectador un halo de contemplación, muy lejos de las que su padre realiza. A los 49 años, es una de las directoras más visionarias de su generación.

En los pasados 21 años y siete películas, ha surgido como una escritora y directora con una voz única. Ganó un Óscar por el guion de Lost in Translation; con Algún lugar se llevó el León de Oro de Venecia, y el remake de 2017 The Beguiled obtuvo el premio a mejor director en Cannes.

Este fin de semana lanzó la comedia On the Rocks.

En gran medida, dice que ha escapado de lo peor del Covid-19. Señaló al diario inglés The Independent que terminó la mezcla de sonido de su más reciente película, la odisea cómica On the Rocks, antes del encierro, y aunque se ha proyectado en los cines, llegó a un acuerdo con Apple TV+ para transmitirla desde el pasado fin de semana.

Valoro el aspecto comunal de ver una película todos juntos en un teatro, pero con muchos de nosotros en casa siento que necesitamos algo para ver en este momento”, destacó.

On the Rocks es una cinta adecuada para el streaming; es fácil de ver en casa de manera acogedora; no es una épica que tengas que ver en una pantalla grande o algo así, aseguró.

Su nueva película es lo más cerca que ha estado de un cuento de Woody Allen en Nueva York. Rashida Jones, de Parks and Recreation, interpreta a Laura, una autora que lucha contra la maternidad, el trabajo y el matrimonio. Ella comienza a sospechar de su marido, Dean (Marlon Wayans), y pide ayuda a su padre, un traficante de arte pícaro, Felix (Bill Murray), para espiarlo. Es una idea ridícula que intenté abordar con cierto realismo, afirma Coppola. Una farsa clásica, en otras palabras.

En su película, Coppola también quería mirar la maternidad y los compromisos que inevitablemente se hacen. “Sólo trato de retomar ese momento de mi vida donde mis hijos eran más pequeños... ese ajuste. Creo que pasas por una crisis de identidad (cuando te conviertes en madre) y pensé que tendría sentido que ella pudiera ser lo suficientemente vulnerable e insegura como para seguir este plan loco, si ella está en ese estado”, comenta.

El gran punto de venta aquí es el rencuentro de Coppola con Bill Murray, quien protagonizó Lost in Translation, su único papel postulado al Óscar hasta la fecha, como un actor que coquetea con nostalgia con la estudiante de Scarlett Johansson en un hotel de Tokio. Ella y Murray son buenos amigos. Coppola incluso lo volvió dirigir en el especial de comedia A Very Murray Navidad hace unos años. “¡Creo que todos necesitamos un poco de Bill Murray en este momento!”, expresa la realizadora. Tiene mucho corazón y es tan divertido de una manera única.

Si Murray infunde al personaje con gran parte de su encanto cómico, más convincente es la dinámica padre-hija de la película, que ha surgido en su trabajo anterior, ya sea el padre sobreprotector de James Woods en su debut The Virgin Suicides, en 1999, o el desquiciado actor de Stephen Dorff reuniéndose con su descendencia de 11 años, interpretado por Elle Fanning, en Algún lugar, de 2010. Incluso Life Without Zoe, el segmento de la antología de New York Stories, de 1989, que escribió con su padre, ve a una hija que trata de reunir a su madre con su padre, que están separados.

¿Fue tentada a dibujar a su padre en Felix?, se le preguntó.

“No es la personalidad de mi padre en absoluto. Felix es una combinación de muchos personajes. No tiene la personalidad de mi padre, no es él. Pero, por supuesto, te basas en cosas de la vida para tratar de hacer sentir tu película real y conectada.”

Su padre, Francis Ford Coppola, que ahora tiene 81 años, acaba de hacer el recorte a El padrino III para una redición del 30 aniversario de la cinta.

“Está muy feliz (con eso)”, afirma la realizadora, quien cuando era adolescente fue reclutada para remplazar a Winona Ryder (quien abandonó el papel), como Mary Corleone; las críticas fueron duras para ella. Es difícil para mí ver a mi yo de 18 años. Ha pasado tanto tiempo, pero es raro verte con todo ese aceite de bebé. Fue extraño... es casi como ver a otra persona, agregó.

Después de eso, pasó tiempo en busca de su propia voz, ya fuera apareciendo en el video musical de Madonna junto a Udo Kier para Deeper and Deeper o diseñando una línea de ropa en Japón con el músico Kim Gordon. Fue Thurston Moore, del grupo Sonic Youth, quien recomendó a Coppola leer la novela de Jeffrey Eugenides The Virgin Suicides, aunque una historia de cinco hijas en un pacto suicida no gritó exactamente éxito comercial.

–¿Siente que Hollywood ha cambiado para mejor? ¿Hay una mayor representación detrás y delante de la cámara?– preguntó el diario británico.

–Sí, ha cambiado mucho desde que empecé, hace 20 años. Así que creo que toda esta conversación es útil para tener más puntos de vista por ahí, seguro.

–¿Qué hay de la brecha salarial de género, un tema planteado tan vívidamente por Patricia Arquette cuando recogió su Óscar en 2015? ¿Se ha logrado?

–Sé que se ha hablado de él… No estoy al tanto de lo mucho que realmente ha cambiado. Espero que sí. Es difícil para mí decirlo en mi trabajo. Pero, por supuesto, espero que eso se esté modificando.

Para Sofia Coppola su escape de la realidad en el encierro ha sido adaptar la trágica historia de Edith Wharton a escalada social, titulada The Custom of the Country, de nuevo para la plataforma Apple TV+. Es un libro que siempre me ha encantado. “Éste es menos conocido, pero es muy querido por la gente que sabe de su trabajo”, concluye Sofia Coppola.

 

Con información de La Jornada

https://www.jornada.com.mx/2020/10/26/espectaculos/a10n1esp

Imagen tomada de La Jornada

https://www.jornada.com.mx/2020/10/26/espectaculos/a10n1esp 


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