14 Feb 2022/ Noticias

Científicas mexicanas comparten sus experiencias de vivir en el extranjero

Por UAM Cuajimalpa a las 03:02 pm


Ser mujer científica requiere resiliencia y sororidad, para lograr equidad.

Por Maribel Lozoya

Ser mujeres de ciencia implica tener mucha fuerza, compromiso, tenacidad y tolerancia a la frustración, además de ser resilientes, expresaron científicas mexicanas, radicadas en Reino Unido, durante su participación en la charla Científicas mexicanas en el extranjero, actividad que formó parte de las Jornadas por el Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia en su segunda edición.

Durante el conversatorio inaugural de estas Jornadas, las doctoras Nonantzin Beristain Covarrubias, Edith Marcial-Juárez y Marisol Pérez Toledo compartieron diversas experiencias de su trabajo como científicas.

En su experiencia, Beristain Covarrubias, doctora en biomedicina molecular, comentó que lo que le encanta de la ciencia es que los experimentos nunca mienten, se consideró una mujer afortunada al encontrarse en un país en donde puede realizar experimentos sin las limitaciones de recursos como las que tenía en nuestro país: “En México las carencias nos obligan a tratar de hacer ciencia con resultados de otro tipo, más pensada, medidas y optimizadas, aquí puedo ampliar las medidas, las posibilidades y la visión de mis experimentos.

Al hablar del balance entre su vida profesional y personal, dijo, “Como mujer en la ciencia y como madre, el reto es todavía mayor”, estar en el extranjero significa estar lejos de tu familia que es un apoyo emocional importante. Agregó, que hay cosas que son inherentes a las mujeres que hacen doblar esfuerzos, “simplemente el embarazo es una de ellas”, y aunque —dijo— tiene el apoyo de su pareja, hay ocasiones que las circunstancias no favorecen al equilibrio de quehaceres. “El haber decidido ser madre y aunque te encuentres en el primer mundo, también te encuentras con comentarios machistas, que en su mayoría tienen que ver con la vieja escuela”.

“En el departamento de inmunología y terapia hay muchas mujeres trabajando para hombres, hasta hace dos años no había ninguna investigadora, la única que yo recuerdo era la doctora Anne Fletcher. En uno de sus seminarios, hizo evidente que era todo un reto presentar un seminario con su bebé de seis meses de edad. A veces recibimos ese tipo de comentarios como queja, pero es hacer visible que el reto es mayor cuando se está en esas circunstancias”, recordó.

Beristain Covarrubias, asociada al Departamento de Toxicología de la Universidad de Cambridge, destacó que la mayoría de sus colegas muestran un carácter fuerte, imponente e inclusive son consideradas como ‘malditas’, y aseveró que si un hombre muestra esa misma personalidad las críticas se vuelven diferentes. “A veces como mujeres también somos muy críticas ante el trabajo de otra mujer, es un balance injusto porque en lugar de mostrar esa sororidad y de apoyar, se hace desbalance entre nuestro propio género”.

Puntualizó que hace falta visibilizar más el impacto de las mujeres en el área científica, lugar en el que poco a poco se ha ganado terreno; sin embargo, falta mucho más por hacer para alcanzar una equidad de género más profunda en el área.

La especialista en respuestas inmunitarias celulares y regulación inmunitaria, señaló que ser mujer en la ciencia implica presión, porque se necesita continuar con esta equidad, tratar de no caer en los mismos patrones, es un reto en el que tienes que salirte de la visión general para que puedas ayudar a tus congéneres.

La doctora Marisol Pérez Toledo, quien realiza investigaciones para entender los mecanismos de protección empleados por el sistema inmunológico para la resolución de infecciones bacterianas, fue clara al decir que ser científica no es un trabajo fácil y que en él te encuentras muchas frustraciones “no le vamos a poner azúcar a todo, no siempre sale el experimento, no sale lo que tú quieres que salga, pero no tienes idea de lo gratificante que es cuando diseñas el experimento, una hipótesis,  la pregunta y el experimento te da la respuesta, es así ¡woow! Es como poner esa pieza de rompecabezas que te costó muchísimo trabajo encontrar y que quepa perfecto, es muy gratificante”.

Al abordar el tema de la desigualdad de género reflexionó: “Cuando estaba en México no me había dado cuenta, realmente, de lo importante que es visualizar las oportunidades que hay para las mujeres, y con ello todos los problemas que están asociados a que hay una desigualdad de género. Aquí, me di cuenta que en mi oficina el 80 por ciento son mujeres, pero cerca del 80 por ciento de los puestos con jerarquía son ocupados por hombres”.

Marisol Pérez, quien pertenece al Instituto de Inmunología e Inmunoterapia en la Universidad de Birmingham, expresó que entre sus retos personales el que más le ha costado trabajo sobrellevar es perder un poco de sus raíces y dejar a su familia.  “Es un gran sacrificio, pero soy muy feliz aquí”.

Recordó que la doctora Nonantzin Beristain le mando un mensaje que decía “por favor lee mis muestras de mi experimento que hice un día antes”, el día que nació su hijo. Se debe reconocer que ser mujer en la ciencia es difícil, pero ser mujer y además madre se vuelve un poco más, dijo.

Al hablar sobre los puntos pendientes para llegar a una equidad de género en el mundo científico, destacó que es importante que entre mujeres es necesario dejar de criticarse de manera severa y ayudarse mutuamente. “Cuando yo empecé, sólo había una mujer que era la líder del grupo, y ahora ya hay tres. Aunque ha habido cambios significativos, aún hay carencias”.

Puntualizó que es importante aprender a darse su valor, no dejarse ningunear, “aprendan a tener una voz y a expresarse, poner límites es igual de importante para tener una sana convivencia con las personas”. De acuerdo con la doctora, lo anterior permitirá en un futuro que más mujeres ocupen lugares dentro del área científica.

La investigadora posdoctoral en el Instituto de Inmunología e Inmunoterapia de la Universidad de Birmingham en Reino Unido, Edith Marcial-Juárez, coincidió con sus colegas al reconocer que las exigencias hacia las mujeres científicas son iguales a las de los hombres, sin embargo, no existen las mismas condiciones.

Explico que hasta en el momento de hacer experimentación in vivo había una desigualdad que poco a poco ha ido cambiando. “Al hacer experimentación con modelos in vivo, se tenían que hacer con machos, porque en el caso de las hembras las hormonas causan mucho ruido, entonces los experimentos no son reproducibles, eso ha cambiado un poco y nos ha permitido ya hacer una mezcla dentro de nuestros grupos experimentales utilizando machos y hembras para diseñarlos de manera más incluyente. Porque antes los resultados obtenidos eran aplicados en varones, excluyendo al sexo femenino”.

En cuanto a su experiencia profesional, comentó que ser científica es algo impresionante pues muchas veces al diseñar tu hipótesis o al recibir un resultado no siempre obtienes lo que esperas, pero aun así no deja de ser interesante. “Nunca vamos a tener las preguntas o las respuestas correctas”, pero en ese aspecto es importante tener la oportunidad de observar.

Al igual que sus colegas, evidencio que existe un rezago y una desigualdad de género en los puestos de liderazgo y toma de decisiones, ya que mayoritariamente están ocupados por hombres, “Entre más mujeres haya en posiciones de poder, es más fácil alentarnos y ayudarnos”, finalizó.

Al concluir el conversatorio, se llevó a cabo el taller Autocuidado para científicas y para niñas y adolescentes que van a serlo, impartido por la Unidad Especializada en Igualdad y Equidad de Género de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), mismo que contó con la participación de las doctoras Cynthia Gabriela Sámano Salazar y Mariana Moranchel Pocaterra, profesoras investigadoras de la Unidad Cuajimalpa. Asimismo, se llevaron a cabo las charlas en circuito Conoce una científica, espacio diseñado para ofrecer la oportunidad de conocer de forma personalizada la vivencia de las mujeres dentro del quehacer científico. En la versión virtual de esta actividad participaron las doctoras: Norma Yanet Sánchez Torres, Adela Irmene Ortiz López, Ma. Fernanda Vázquez Vela, Sylvie Le Borgne, Alicia Montserrat Alvarado González y Areli Rojo Hernández; todas ellas profesoras investigadoras de la UAM Unidad Cuajimalpa.  

 

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