09 Feb 2017/ Noticias

City manager, vía para la profesionalización del servicio público

Por Web Difusión a las 04:02 pm


* La discontinuidad en los cambios de administración genera incertidumbre, señala Jaime Villasana Dávila.

El city manager, o su híbrido, el administrador municipal, trabaja para que los municipios ahorren recursos, dijo Jaime Villasana Dávila, experto en administración pública. Su implementación es un tema que requiere mayor investigación y debate en México, donde hay niveles muy bajos de confianza en las instituciones públicas, agregó.

Villasana Dávila, actual Director Adjunto de la International City/County Management Association (ICMA), sección México/Latinoamérica, expuso que en México la discontinuidad genera incertidumbre en los proyectos y programas gubernamentales, sobre todo de largo plazo, debido a los cambios de administración que se dan cada tres o seis años.

Explicó que las figuras de city manager o el administrador municipal no alteran la estructura legal de la transparencia y rendición de cuentas, sino que se sujetan a ella. En el caso de los municipios, esta figura se encuentra bajo la supervisión de la ciudadanía, los miembros del ayuntamiento, el presidente municipal y el síndico procurador, de manera que no puede escapar a la vigilancia; además, a diferencia del alcalde, no tiene fuero. En ese sentido, puede aportar valores y principios que hacen falta en la administración pública mexicana, para lo que debe dotársele de las herramientas necesarias y un marco jurídico apropiado que inhiba su corrupción.

En la conferencia ‘Transparencia y rendición de cuentas en la figura del administrador municipal (City Manager)’ el especialista apuntó que para organizar la estructura de un gobierno municipal existen dos grandes caminos: uno es que las autoridades electas sean responsables de decidir y operar la administración de las ciudades; el otro camino es cuando alcaldes y regidores definen la dirección de las políticas públicas y dejan la operación en manos de administradores profesionales. En México lo que prevalece es la primera estructura; mientras que en países como Estados Unidos, Canadá, India y Holanda hay ciudades que operan bajo el segundo modelo, al igual que en Chile y Perú.

El doctor en Ciencias Políticas comentó que en México han surgido figuras que adoptan algunos modelos o principios del administrador municipal o city manager en Navolato, Sinaloa; Nuevo León; Tijuana; en la Delegación Miguel Hidalgo de la Ciudad de México; y en el municipio de Texcoco, en el Estado de México, pero no han tenido continuidad.

Entre las ventajas de adoptar la figura del City Manager, mencionó  que ésta permite una diferenciación de lo técnico administrativo y lo político. Independientemente de quién o qué fuerza política gane una elección, el administrador se encarga de la implementación de las políticas públicas que aquellos decidan para la ciudad, así como de la operación de los recursos humanos y económicos. De esta forma, el alcalde tiene tiempo para estar en comunicación constante con los ciudadanos, lo que le permite elaborar políticas públicas y realizar la planeación de la ciudad, porque en México, afirmó Villasana Dávila, la planeación de las ciudades es casi inexistente, y cuando surge un plan de largo plazo no es retomado por la administración entrante.

Finalmente, señaló que la estructura del municipio mexicano va a cumplir 500 años: el primero se constituyó en 1519, Veracruz. Desde entonces se sigue operando en las ciudades con la misma figura, por lo que se requiere de una reforma crucial que dote a los municipios y a las ciudades de herramientas que les permitan contender de mejor manera con los retos que enfrentan.

La conferencia fue organizada por el Cuerpo Académico Gestión Pública y Desarrollo Social, el Seminario de Análisis Institucional, el Departamento de Estudios Institucionales, y el Posgrado de la División de Ciencias Sociales y Humanidades.

 


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